viernes, 28 de octubre de 2011

¿Qué leches le pasa al Atleti?

Diego, bajo la lluvia de San Mamés
Lo de leches es muy eufemístico. Pero, aunque con alguna ligera diferencia, es la pregunta que se hace todo el mundo, no sólo los colchoneros. Todo el mundo le echa la culpa a Manzano. El jienense es, desde luego, uno de los culpables de que este Atleti no carbure. Sus planteamientos demasiado ‘mediocentristas’ (ni que tuviéramos a Xavi vestido de rojiblanco) funcionaron al principio, cuando Falcao estaba inspirado. Pero el colombiano está en crisis, como lo está el equipo.

El ‘9’ colchonero no gana solo los partidos, cosa que sí hacía Kun Agüero, aunque nos duela reconocerlo. No es capaz de armar una jugada de la nada y embestir con decisión la zaga del contrario. Falcao es especialista en el remate y en encarar la portería de frente. Cuando los compañeros consiguen a trancas y barrancas que el cuero llegue a los pies del colombiano, éste se ve obligado a darse la vuelta, regatear y emprender una arrancada. Y cuando quiere chutar, el balón está ya lejos de sus botas. Radamel es un goleador, pero no un regateador. Y los balones no le llegan.

Manzano tiene las horas contadas
Volvemos a Manzano. Se le cuestionaba en la grada antes de que llegara y ahora se le comienza a cuestionar dentro del club. Manzano esboza un equipo insulso, anodino y conformista. Un proyecto que no casa con el Atlético. De todas formas, el de Jaén no es el único culpable de esta situación. Ni mucho menos. Vendrán otros entrenadores pero el problema seguirá latente. Son muchas las voces que claman contra una directiva que arrastra al equipo a la mediocridad desde hace mucho tiempo. Cuando menos lo esperemos, el Atleti habrá olvidado su historia y, lo que es peor, ya no habrá respuesta para la eterna pregunta. ¿Papá, por qué somos del Atleti? Si antes era difícil contestar, uno siempre podía apelar al carácter, a la idiosincrasia de un espíritu especial, infatigable, a un equipo forjado en el trabajo y el amor a unos colores. Algunos acusan a los Giles y Cerezos de convertir el Manzanares en una suerte de compra-venta de futbolistas. Bien, hoy día casi ningún club se salva del negocio. El problema es que en otros clubes los dirigentes se eligen democráticamente. Y además no les cuelan gato por liebre a la hora de firmar contratos de futbolistas vulgares. Pero a nosotros nos toman el pelo.

Llorente celebra uno de sus goles ante la desesperación Atlética

1 comentario:

Silvia R. Taberné dijo...

Quizá sea bastante maternalista con los entrenadores, pero no creo que el principal problema de este atleti se apellide Manzano o como sea, esto es más profundo. Eso sí, un poco de mano dura parece que no vendría mal.