Que alguien me explique cómo va esto. ¿A cómo va la colleja? ¿Cuándo considera la Federación Española de Fútbol que una agresión es 'de grado alto'? ¿Te tienen que sacar la córnea y mostrarla al público que te vitorea como trofeo de guerra?
Lo siento pero yo no entiendo nada. Que a Villa se le fue la pinza con Özil o a Pepe y Marcelo dando patadas a Cesc o Valdés mejor que al cuero en la última Supercopa de España ganada por el Barça es un hecho lamentable que quizá se pueda excusar –y cuidado, digo quizá, pero tampoco me gustan un pelo- producto de los nervios de chavales en un partido tan calentito como lo son todos los clásicos... pero por supuesto punibles. Pero que lo haga el -según él- mejor entrenador del mundo, al que se le ve atacando por la espalda (menos mal que el fútbol es cosa de hombres) cual serpiente venenosa tiene bemoles, señores.
Cinco días después de no encontrar ni una sola imagen que demostrara los graves insultos que habían llevado a la enajenación mental del amo y señor del Madrid, el club merengue se despachó con una carta llena de faltas gramaticales y una comunicado que daba risa si no fuera porque hablábamos de violencia. Según ese club ‘con señorío’, Guardiola y Vilanova les llamaron 'banda', a lo que yo añadiría que, visto lo visto, seguramente la bandurria la toca el mismísimo Florentino Pérez.
Tamaño insulto -bastante absurdo- fue aderezado por las mismas, fidedignas y nada partidarias fuentes del club blanco a los pocos minutos, poniéndole una coma y un 'hijo de puta' (perdón a los niños) seguidamente, que así quedaba ya 'supermegamaldelamuerte' y daba carta blanca para que el entrenador del antaño club con señorío se tomara la justicia por su mano ante tal desagravio, decidiendo limpiar la vista al segundo entrenador del Barça, Tito Vilanova. Un hombre, por cierto que para que a Mou le suene de algo, le informaremos que tiene más títulos en su haber que los que tuvo nunca el portugués ejerciendo la misma labor de ‘segundo de’.
Pues bien, viendo la actuación calamitosa de un Madrid al que le señalaron bochornosamente hasta en el extranjero, se esperaba que hoy –es cierto eso de lo despacio que van las cosas de palacio- la FEF dijera en forma de sanción algo. Y cuando lo ha hecho, ha sido tarde y de vergüenza.
Para estos señores, la violencia mostrada por este entrenador no es para tanto y la han ¿castigado? con dos partidos y uno para Vilanova... y esto aunque luego se lleven las manos a la cabeza por la violencia en el fútbol. Para argumentar tan irrisoria sanción, la FEF ha decidido basarse en el artículo 123 del Código Disciplinario, que reza: “Producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes”... Sólo se les ha olvidado explicar en qué momento del partido se estaba cuando Mou atacó (pues ya estaba acabado y no era una acción directa producto del juego), o si hace falta que se saque el ojo para considerarlo como ‘consecuencia dañina’. Porque yo me pregunto: ¿no es suficientemente dañino ver al entrenador de uno de los equipos más importantes de España dar ese ejemplo a todos los aficionados al fútbol?
Si la FEF hubiese mirado un pelín más su Código Disciplinario se hubiese dado cuenta de que un poco más adelante, en su artículo 98, se explica lo siguiente: “Agredir a otro, sin causar lesión (...), que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla (...) se sancionará con suspensión de cuatro a 12 partidos”. Vamos, que se ajusta bastante más a lo que ocurrió... para todos menos para los que tengan tal dedo delante que no les deje ver la realidad.
Lo siento pero yo no entiendo nada. Que a Villa se le fue la pinza con Özil o a Pepe y Marcelo dando patadas a Cesc o Valdés mejor que al cuero en la última Supercopa de España ganada por el Barça es un hecho lamentable que quizá se pueda excusar –y cuidado, digo quizá, pero tampoco me gustan un pelo- producto de los nervios de chavales en un partido tan calentito como lo son todos los clásicos... pero por supuesto punibles. Pero que lo haga el -según él- mejor entrenador del mundo, al que se le ve atacando por la espalda (menos mal que el fútbol es cosa de hombres) cual serpiente venenosa tiene bemoles, señores.
Cinco días después de no encontrar ni una sola imagen que demostrara los graves insultos que habían llevado a la enajenación mental del amo y señor del Madrid, el club merengue se despachó con una carta llena de faltas gramaticales y una comunicado que daba risa si no fuera porque hablábamos de violencia. Según ese club ‘con señorío’, Guardiola y Vilanova les llamaron 'banda', a lo que yo añadiría que, visto lo visto, seguramente la bandurria la toca el mismísimo Florentino Pérez.
Tamaño insulto -bastante absurdo- fue aderezado por las mismas, fidedignas y nada partidarias fuentes del club blanco a los pocos minutos, poniéndole una coma y un 'hijo de puta' (perdón a los niños) seguidamente, que así quedaba ya 'supermegamaldelamuerte' y daba carta blanca para que el entrenador del antaño club con señorío se tomara la justicia por su mano ante tal desagravio, decidiendo limpiar la vista al segundo entrenador del Barça, Tito Vilanova. Un hombre, por cierto que para que a Mou le suene de algo, le informaremos que tiene más títulos en su haber que los que tuvo nunca el portugués ejerciendo la misma labor de ‘segundo de’.
Pues bien, viendo la actuación calamitosa de un Madrid al que le señalaron bochornosamente hasta en el extranjero, se esperaba que hoy –es cierto eso de lo despacio que van las cosas de palacio- la FEF dijera en forma de sanción algo. Y cuando lo ha hecho, ha sido tarde y de vergüenza.
Para estos señores, la violencia mostrada por este entrenador no es para tanto y la han ¿castigado? con dos partidos y uno para Vilanova... y esto aunque luego se lleven las manos a la cabeza por la violencia en el fútbol. Para argumentar tan irrisoria sanción, la FEF ha decidido basarse en el artículo 123 del Código Disciplinario, que reza: “Producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes”... Sólo se les ha olvidado explicar en qué momento del partido se estaba cuando Mou atacó (pues ya estaba acabado y no era una acción directa producto del juego), o si hace falta que se saque el ojo para considerarlo como ‘consecuencia dañina’. Porque yo me pregunto: ¿no es suficientemente dañino ver al entrenador de uno de los equipos más importantes de España dar ese ejemplo a todos los aficionados al fútbol?
Si la FEF hubiese mirado un pelín más su Código Disciplinario se hubiese dado cuenta de que un poco más adelante, en su artículo 98, se explica lo siguiente: “Agredir a otro, sin causar lesión (...), que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla (...) se sancionará con suspensión de cuatro a 12 partidos”. Vamos, que se ajusta bastante más a lo que ocurrió... para todos menos para los que tengan tal dedo delante que no les deje ver la realidad.
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