La razón áurea es esa proporción que se encuentra en la estrella de cinco puntas, una figura que ha fascinado desde la antigüedad, pues se ha encontrado incluso en varias tablillas sumerias de hace 5.200 años. ¿Por qué (como diría Mou) tanto revuelo con ella? Porque la proporción que encierra sus cinco puntas es sinónimo de armonía y belleza para el ojo humano. Dicha perfección también se encuentra por todas partes en la Naturaleza y en muchas obras artísticas.
El cinco también es el número del pentagrama, lugar donde se plasma la belleza de la música (salvo si se exceptúa el estridente reggeaton).... y sí, lo han adivinado, también expresa la quinta esencia del fútbol de este super Barça con sus populares 'manitas'.
Cuando los chicos culés -ayer en plan negro esmoquin como la ocasión requería- les da por ser benevolentes y demostrar un poquito de su grandeza llega ese momento orgásmico en el que se estiran los cinco dedos de la mano aficionada y se parece alcanzar el cielo al compás de Messi o Xavi. En poco más de tres años lo ha repetido ya 13 veces y junto con el 2-0 es el resultado más machacado por el equipo de Guardiola, ese Mozart del fútbol que parece haber encontrado la tecla perfecta.
Lo de ayer en Bielorrusia no fue una excepción. Si en lo que va de temporada el Barça había mostrado que sus ganas de 'meter mano' estaban intactas y tenía como víctimas al Villarreal y al Atlético, lo propio era abrir el telón internacional con una nueva muestra de la perfección del cinco: cinco goles casi sin querer o, de forma más coloquial, lo que se suele llamar un 'pim, pam, pum, toma (cinco) lacasitos'.
Y mientras el equipo culé volvía a tocar su solo, el equipo del jovencísimo (y bastante guapo) Víktor Goncharenko hacía lo que podía para no encajar una mayor goleada mientras asistía a dos nuevos récords: el de Guardiola como el entrenador con mayor número de partidos europeos en un banquillo siempre inestable (lo sentimos por los envidiosos) y el de Messi, que con sus dos tantos de ayer igualaba al enorme Kubala y, de paso, amenazaba las arcas del club: si el mago húngaro tiene una estatua en el complejo del Camp Nou ¿qué no habrá que rascarse el bolsillo para recordar perennemente la obra maestra de Messi?
2 comentarios:
¡Bravissimo! Lo de Mozart lo has puesto en mi honor, confiesa :P
jajaja, me has pillado nena, me has pillado, jajajaja
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