Ya han terminado los cuatro clásicos Madrid-Barcelona. Tras 20 días, el resultado ha sido de una victoria para cada equipo y dos empates, es decir, una Copa para los merengues y una final para el Barça en Champions... Precisamente por ser esta última el trofeo con más perigrí de los que puede aspirar cualquier club, llama la atención el esperpento que se ha producido dentro y, sobre todo, fuera de la semifinal de este año.
Que se intente desviar la atención de lo que pase en el campo sobre el árbitro, poniéndole como parapeto, antes incluso de que se disputen los partidos, llama la atención por estar tan alejado de lo que ambos clubs representan. ¿Reconocen el estadio de la foto? Es de 2004 en el Santiago Bernabéu. En ella se apela al fútbol y se aleja el victimismo. La historia de este club que en apenas 6 años parece desdibujada.
Desdibujada por el que se autodenomina como: "no el mejor entrenador del mundo... aunque no hay nadie mejor que yo". Sinceramente, suenan a ridículas las excusas aquellas de 'la culpa fue del cha cha chá' tras hacer un planteamiento conservador y no ir al ataque, porque de ese 'dios' del fútbol se le van a exigir resultados y juego... y no hay ni una cosa ni la otra.
Si tú eres el entrenador con más títulos conseguidos en los últimos años y tu club el más importante del pasado siglo, tus aficionados no se van a contentar sólo con cargar las tintas contra el árbitro. Ayer, algún que otro hincha del Madrid comentaba que su equipo, con sus jugadores, con su plantilla y, sobre todo, con su entrenador, tendría que ganar de tal forma que no cupiesen medias tintas ni victorias agónicas. Y vuelven los nombres: los Zidane, los Juanitos o los Raúl.
Lo malo de entrenar a un equipo tan grande como el Madrid es que tiene una historia y una memoria que los aficionados no olvidan y que, aunque algunos se apunten a las críticas como única tabla de salvación, el espíritu es el de que un Madrid siempre puede hacer mucho más que llorar: jugar al fútbol.
2 comentarios:
Eso, eso, a jugar al fútbol y menos palabrerías, lo de Ronaldo en el gola anulado al Pipita tarjeta roja por entrar por detrás y sin balón.
El gol de Marcelo "El Mono" en fuera de juego pero eso sí, la Copa de "los españolitos" como dice Piqué en las vitrinas de Chamartín, doblada porque no caben muchas mas :-D
Oye, el mono es un nival muy inteligente, menudo piropo para una persona como Marcelo, al que le pega más 'la apisonadora' o 'Titanic' porque no para de hundir pisoteando a los jugadores contrarios. Respecto a lo de Piqué, él y otros presentes desmintieron lo de 'españolitos'. Agradecidos tendríamos que estar, sin él y demás del barça (lo siento, pero es así) nos hubiésemos quedado en cuartos del Mundial, como siempre.
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