miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Cómo están ustedeeeees?


Cuando uno tiene muchas cosas que decir es mejor ir al grano. Recuerdo haber escrito en este santo blog, al hilo del fichaje de Gregorio Manzano, que el técnico jienense iba a necesitar suerte para devolver al Atleti a la senda del prestigio. Sigo siendo de la misma opinión, aunque hayan pasado ya varios meses y aunque el arranque liguero en el Calderón frente a Osasuna haya dejado buenas sensaciones y destellos de ‘tiqui-taca’, si se me permite la expresión.

No se rían. Las estadísticas dicen que el Atleti la tocó y la tocó, hasta completar un total de 433 pases correctos. El equipo jugó en corto y se olvidó del pelotazo. Tal vez porque no estaban ya ni Agüero ni Forlán. Tampoco había llegado aún Falcao, que estaba en la grada, a falta del transfer (estas cosas sólo pasan en Pirámides…). La defensa creía en sí misma, en Courtois, en Filipe y hasta en Perea. El centro del campo era de Mario Suárez y las embestidas a la portería rojilla arrancaban de las botas de Adrián y Salvio, a falta de un Reyes más bien grisáceo. La Liga arrancaba en segunda (jornada) y lo hacía a la hora del vermú (12 de la mañana), en un Calderón todavía conmocionado por un verano convulso, que se quedó con ganas de cantar gol. Fue lo único que faltó ‘aquella mañana de agosto’ (hay que ir acostumbrándose a los nuevos tiempos. La ronda informativa puede coincidir sorprendentemente con el ‘momento all-bran’).

Bien visto, el Atlético empieza el año con buenas sensaciones. Con la reválida veraniega frente al Guimaraes superada con autoridad y el equipo en Europa, faltaba levantar el telón en el Manzanares. El primer acto no ha sido del todo trágico pero, como digo, sigo creyendo que Manzano no lo tendrá fácil. Es cierto que faltaba el goleador Falcao y que los rojiblancos dominaron el juego. Que Arda Turan y Adrián prometen mantener el tipo. Pero no es menos cierto que en sólo un verano se nos han ido varios de los estandartes del club. Quique, que se marchó cortés y ovacionado, dejó un banquillo arriesgado. Ujfalusi emigró no se sabe muy bien cuándo ni por qué. De Gea, a la chita callando, dio carpetazo a su propia leyenda, que comenzaba a fraguarse en rojiblanco. Agüero, crónica de una salida anunciada, patinó en la puerta de huida hasta parecer el peor de los desertores. Y Forlán, deshojando la margarita, finalmente profirió un ‘arrivederci’.

Lo bueno de los inicios de esta #LigaDeMierda, con perdón por la expresión, es que más allá de lo que hagan Madrid y Barcelona, que ya se sabe, queda todo un periplo por escribir. Abstrayéndonos de azulgranas y merengues (ejercicio muy sano y muy recomendable), tenemos por delante un campeonato abierto y hasta emocionante. Espero que el Atleti no falte a su cita con los nervios.

2 comentarios:

Silvia R. Taberné dijo...

Es que en ese equipo no lo tiene fácil ni el bueno de Manzano ni nadie... que es el ATLETI!!! jajaja. Bueno, por lo menos hay que mirar la cosa con optimismo, ya no se puede ir nadie más hasta diciembre :p y y apuesto por Falcao como uno de los grandes delanteros de esta temporada, sólo superado, evidentemente por la delantera culé, jajaja. Por cierto, a ver si este año sí que sí y os veo con las pilas puestas ante los merengues, suerte!!!!

Isabel Aguilar dijo...

jejeje gracias compañera!!! Después de ver cómo unos se van, pero otros llegan... (Diego, Falcao, Arda, Adrián...), el equipo no está tan mal después de todo. Veremos.