Ale, otra nochecita no sé si toledana pero sí de Clásico. Y ya con ésta van 3 y nos queda después una cuarta, aún. ¡Por dios, que venga alguien a terminar ya este bucle de partidos! Iba a decir que algún buen samaritano cortara los cables del emisor de señal de Telemadrid pero no, mejor que no. No he dicho nada, que los pobres cántabros no tienen canal autonómico y no sé qué van a hacer para ver el partido. Pero si se fuera la señal, como ya sucedió hace un par de años, ahí entonces sí que nos daría algo a los millones de personas (será seguido en 150 países, según las estimaciones) que estaremos, de nuevo, mordiéndonos las uñas para ver cuál de los dos equipos se impone en el primero de los enfrentamientos de Champions.
Y sin ninguna razón acaba de asaltarme a la memoria aquel grito recurrente en las gradas de media España cuando estos 3 últimos años el Madrí se quedaba apeado de todo mientras que el Barça arrasaba: “Ni Liga, ni Copa ni Champions League”. Pues hoy, con un poco de hartazgo, no me vendría mal que fuera real porque ya estoy algo cansadita. Lo bueno de esta cotidianeidad es que los nervios se han reducido. También ayuda, he de matizar, el haber ganado la Copa y que el partido de esta noche en el Bernabeu sea el primero de los dos choques de semis.
Pero en fin. Me pongo el mono de trabajo, me enfundo en el papel de aficionada enérgica de nuevo, dejando de lado lo de “Ni Liga, ni Copa ni Champions League”. Ha sido sólo una enajenación mental transitoria alega mi abogado defensor. No hablaré ni de trivotes, ni de estrategias en los banquillos reflejadas en las ruedas de prensa de ayer. No, no. No quiero irme del asunto. Trato de focalizar y para ello haré uso de unas declaraciones vertidas ayer en sendas ruedas de prensa.
La primera es de Mascherano: "A estas alturas de la temporada, todos los equipos que han participado en tres competiciones están cansados. Pero cuando piensas las cosas tan importantes que te juegas, el cansancio no cuenta y el jugador saca un plus al que se aferra". La segunda la pronunció Mou ayer y confesó que la usó como herramienta motivadora antes de la final Copera. Va en el sentido de las palabras de Mascherano y el portugués parafraseó al genial científico Albert Einstein: “La única fuerza motriz más potente que la energía por vapor, electricidad o atómica es la VOLUNTAD”. Y yo, ahora, parafraseo al técnico madridista en su apostilla final: “Y ese tío Alberto no era estúpido”. ¡EA!
Ale, esperemos que haya un buen partido esta noche, que Dios reparta suerte. En esta ocasión, no puedo decir aquello tan deportivo de “y que gane el mejor” porque mi preferencia está clara. Ustedes ya me entienden ;)
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